miércoles, 22 de diciembre de 2010

Z U A R E en Línea V.3.1: Felices Fiestas

Z U A R E en Línea V.3.1: Felices Fiestas: "Estamos acabando un año más y sólo me queda agradecerles su atención, sus visitas, comentarios, apoyo, etc. También agradezco a todos los re..."

domingo, 19 de diciembre de 2010

RESEÑA: LA CARRETERA; DE CORMAC McCARTHY


Pocas veces he leído relatos tan desesperanzadores como La carretera de Cormac McCarthy; la premisa es sencilla: En un mundo post-apocalíptico un hombre y su hijo recorren las carreteras de una Norteamérica desolada por algún desastre no especificado; ambos se dirigen al sur, huyendo del severo invierno de las regiones norteñas; empujando un carrito de supermercado cruzan distintos territorios en una constante búsqueda de comida y de seguridad.
Cormac McCarthy (Providence, Rhode Island, 20 de julio de 1933) es un escritor estadounidense ganador del Premio Pulitzer de ficción 2007 por su novela The Road (La carretera).
El crítico literario Harold Bloom le ha distinguido como uno de los cuatro mayores novelistas norteamericanos de su tiempo, junto a Thomas Pynchon, Don DeLillo y Phillip Roth. Se le compara frecuentemente con William Faulkner y ocasionalmente con Herman Melville, aunque por la importancia del viaje y del río en su obra también se le podría emparentar con Mark Twain, y por la causticidad y precisión de su prosa con Jim Thompson. (fuente Wiki pedía)
Por deformación cultural las palabras Post apocalíptico y carretera traen a la memoria la película Mad Max, el guerrero de la carretera. Es mejor que apartemos de nuestra mente tal imagen pues ambas historias no comparten nada; puede decirse que La carretera entierra todo el glamur que las películas le han dado a los sobrevivientes del fin del mundo. La referencia que recuerdo mas cercana al espíritu de esta novela es a la serie de Anime de los años ochenta: Remy; específicamente al drama que sufren cuando Remy y el señor Vitalis son atrapados por una tormenta de nieve y este último le salva la vida al niño cubriéndolo con su cuerpo hasta morir. Por otro lado en La carretera se ha hecho a un lado otro recurso típicamente Norteamericano: La opción militar; pues aunque el protagonista carga siempre un revolver consigo, este no es únicamente un objeto de poder sino algo mas perturbador: con una sola bala en ella, la instrucción que el padre le da a su hijo es que si uno de los dos llegara a morir, el otro se metería el cañón a la boca y dispararía.
Sin embargo, a pesar de toda la crudeza y el escenario aterrador que McCarthy nos presenta, la historia esta llena de momentos conmovedores, por ejemplo: El padre encuentra una maquina expendedora de refrescos entre las ruinas de una gasolinera; al abrir la máquina encuentra únicamente una lata de Coca Cola; le llama al muchacho y juntos se sientan frente a la maquina, él abre la lata y se la da a su hijo para que la beba; el niño no quiere tomarla si no la comparten; el padre le da un pequeño sorbo y deja que el niño se tome el resto. Al final el pequeño dice: dejaste que me la tomara porque nunca voy a volver a probarla, ¿verdad? Nunca es mucho tiempo; contesta el padre.
Sus dos protagonistas a pesar de estar tenuemente dibujados tienen una profundidad que los vuelven entrañables, es difícil no sentir simpatía por el padre y el chico (nunca se mencionan sus nombres) pues ambos han construido una relación de mutua confianza y honestidad; el padre nunca engaña al niño, aunque no tenga respuesta a las preguntas que este le hace. El chico vive con lo que tienen, se alegra con los afortunados descubrimientos en la constante búsqueda de víveres que lleva su padre, y cuando las cosas se ponen mal no reclama ni maldice su suerte, con una especie de aceptación del mundo en el que le toco vivir.
La historia también es acerca de valores como la riqueza y la pobreza; Un carrito de supermercado repleto de víveres es el sinónimo de prosperidad, la cual durara hasta que el carrito este de nuevo vacio e incluso tenga que abandonarse; del mismo modo cuando el hambre y la desesperaciones son mayores, unas manzanas secas y un manantial de agua cristalina pueden ser un bálsamo incomparable a todo el sufrimiento.
Sobre todo, conforme avanza la novela, uno se percata del oscuro destino que le aguarda a los protagonistas y a la humanidad en general; pero existe una leve esperanza, pues al igual que un pequeño retoño de verdor, o un breve rayo de sol, los cuales no aparecen en toda la historia, la inusitada bondad del chico, no resulta suficiente para asegurar la supervivencia, pero promete que al final, en algún momento mas allá de lo que la novela nos muestra, la vida resurgirá, del mismo modo en que el sentido de humanidad sobrevive en el chico; y solamente en él, pues el padre ya lo ha perdido y únicamente es hombre por seguir cuidando a su hijo.
Personalmente a resultado una gran sorpresa encontrarme con este libro y con este autor, es la obra de creación mas reciente que he leído hasta ahora. Espero seguirle la pista a Cormac McCarthy con altas expectativas al resto de sus libros.