sábado, 23 de junio de 2007

II Tertulia de la ciudad de México: ¿Qué tal estuvo el business?


De derecha a izquierda: Jorge Armando (su servilleta), Roberto, Brenda, atrás de ella el invitado de Roberto cuyo nombre no recuerdo (¡maldición!), Daxel, Miguel Ángel Fernández y detrás, Raymundo y su hermano.


El pasado 10 de junio se llevó a cabo nuestra segunda tertulia de ciencia-ficción en un bonito y clásico lugar dentro del centro histórico de la ciudad de México. Muchos estuvieron ansiosos: querían que el día llegara ya, mientras que otros sencillamente esperaron con calma a que el momento se acercara.

El primero en llegar fue un servidor. Justo antes de dar la vuelta a la calle de Madero, del lado de Bellas Artes venía una gigantesca manifestación que trabó el libre circular de Lázaro Cárdenas durante varios minutos. Cuando llegué a Sanborns, este permaneció cerrado momentáneamente hasta que los trabajadores que protestaban contra las reformas a la Ley del ISSSTE se alejaran rumbo al Zócalo Capitalino.

Poco después, la segunda persona en llegar fue Daxel, mi mejor amiga. No pasaron ni dos minutos cuando Brenda, una futura gran química, llegó observando mis tres dedos que mostraban que ella era la tercera persona pasando lista. Entre plática y plática, esperamos un poco más de media hora sin pistas de los demás. A las 12:40 decidimos entrar al inmueble confiando en que los demás llegaran y nos buscaran adentro.

Por así decirlo, casi en la azotea pedimos una mesa para cinco. Pensamos que podrían llegar otras dos personas más. Mientras, tres chicos universitarios (un servidor y dos de mis grandes amigas) decidimos comenzar la sesión con una pequeña dinámica de integración que como mencionaré más adelante, pasó de ser un intento para buscar conocernos a un ejercicio que nos quitaría tiempo valioso.

Como a la una y cacho, Roberto y su invitado nos buscaban con un poco de preocupación, mas mi brazo levantado fue suficiente para que nos localizaran. Así pues, éramos cinco personas. Roberto y yo esperábamos a más chicos, aunque estábamos convencidos que éstos ya no llegarían.

Era hora de reiniciar mi dinámica, mas al poco tiempo, la llegada de Raymundo y su hermano junto al invitado inesperado me convencieron de que perderíamos tiempo valioso, así que me limité a hacer dos preguntitas a todos los integrantes para pasar inmediatamente con la ciencia-ficción tomando completamente de soslayo mi dinamiquita.

Fue una grata sorpresa enterarme que Miguel Ángel Fernández Delgado, uno de los cienciaficcioneros más importantes en México, estaba sentado en nuestra mesa. Yo había planeado tener como invitado al escritor y divulgador de la ciencia Sergio de Régules, mas él tuvo un compromiso por el cual no nos pudo acompañar. Aprovechando que Miguel Ángel nos visitaba, le mencioné que sería nuestro invitado de honor. Un momento después, nos platicaba acerca del panorama de la ciencia-ficción mexicana.

Poco después, propuse a los chicos el inicio de la discusión sobre Solaris de Stanislaw Lem. La lluvia de ideas no se detuvo ni un segundo. Mi impresión es que como universitarios que estudian alguna carrera científica, enfocamos nuestra atención en uno de los dilemas centrales de la novela: los límites de la ciencia y por lo tanto, los límites del ser humano para comprender el Universo.

El segundo tema sobre la mesa fue el comentario acerca de La Guerra de los Mundos de Steven Spielberg. Cada cual tuvo su propia opinión. Miguel Ángel nos dio sus razones por las cuales esta versión cinematográfica de la novela original de H. G. Wells no le gustó; un servidor (que ha de confesar que en cualquier lugar donde se tenga que hablar, una vez que le dan cuerda, ya no se calla) dio su punto de vista sobre los aspectos positivos que consiguieron que la película fuera de su agrado.

Tratando de hacer un breve resumen, puedo decir que ese día fue bastante agradable. Se aportaron muchas ideas interesantes, aprendimos sobre ciencia-ficción mexicana, conocimos a un escritor polaco que escribió grandes obras maestras dentro de la ficción científica, y muchas cosas más. Sinceramente me gustó esta reunión. Y bien es cierto que somos una tertulia bastante joven conformada por gente de apenas veinte años de edad. Espero que esta juventud nos otorgue nuestra propia identidad dentro del fandom.

¡Hasta la próxima!

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