miércoles, 22 de diciembre de 2010

Z U A R E en Línea V.3.1: Felices Fiestas

Z U A R E en Línea V.3.1: Felices Fiestas: "Estamos acabando un año más y sólo me queda agradecerles su atención, sus visitas, comentarios, apoyo, etc. También agradezco a todos los re..."

domingo, 19 de diciembre de 2010

RESEÑA: LA CARRETERA; DE CORMAC McCARTHY


Pocas veces he leído relatos tan desesperanzadores como La carretera de Cormac McCarthy; la premisa es sencilla: En un mundo post-apocalíptico un hombre y su hijo recorren las carreteras de una Norteamérica desolada por algún desastre no especificado; ambos se dirigen al sur, huyendo del severo invierno de las regiones norteñas; empujando un carrito de supermercado cruzan distintos territorios en una constante búsqueda de comida y de seguridad.
Cormac McCarthy (Providence, Rhode Island, 20 de julio de 1933) es un escritor estadounidense ganador del Premio Pulitzer de ficción 2007 por su novela The Road (La carretera).
El crítico literario Harold Bloom le ha distinguido como uno de los cuatro mayores novelistas norteamericanos de su tiempo, junto a Thomas Pynchon, Don DeLillo y Phillip Roth. Se le compara frecuentemente con William Faulkner y ocasionalmente con Herman Melville, aunque por la importancia del viaje y del río en su obra también se le podría emparentar con Mark Twain, y por la causticidad y precisión de su prosa con Jim Thompson. (fuente Wiki pedía)
Por deformación cultural las palabras Post apocalíptico y carretera traen a la memoria la película Mad Max, el guerrero de la carretera. Es mejor que apartemos de nuestra mente tal imagen pues ambas historias no comparten nada; puede decirse que La carretera entierra todo el glamur que las películas le han dado a los sobrevivientes del fin del mundo. La referencia que recuerdo mas cercana al espíritu de esta novela es a la serie de Anime de los años ochenta: Remy; específicamente al drama que sufren cuando Remy y el señor Vitalis son atrapados por una tormenta de nieve y este último le salva la vida al niño cubriéndolo con su cuerpo hasta morir. Por otro lado en La carretera se ha hecho a un lado otro recurso típicamente Norteamericano: La opción militar; pues aunque el protagonista carga siempre un revolver consigo, este no es únicamente un objeto de poder sino algo mas perturbador: con una sola bala en ella, la instrucción que el padre le da a su hijo es que si uno de los dos llegara a morir, el otro se metería el cañón a la boca y dispararía.
Sin embargo, a pesar de toda la crudeza y el escenario aterrador que McCarthy nos presenta, la historia esta llena de momentos conmovedores, por ejemplo: El padre encuentra una maquina expendedora de refrescos entre las ruinas de una gasolinera; al abrir la máquina encuentra únicamente una lata de Coca Cola; le llama al muchacho y juntos se sientan frente a la maquina, él abre la lata y se la da a su hijo para que la beba; el niño no quiere tomarla si no la comparten; el padre le da un pequeño sorbo y deja que el niño se tome el resto. Al final el pequeño dice: dejaste que me la tomara porque nunca voy a volver a probarla, ¿verdad? Nunca es mucho tiempo; contesta el padre.
Sus dos protagonistas a pesar de estar tenuemente dibujados tienen una profundidad que los vuelven entrañables, es difícil no sentir simpatía por el padre y el chico (nunca se mencionan sus nombres) pues ambos han construido una relación de mutua confianza y honestidad; el padre nunca engaña al niño, aunque no tenga respuesta a las preguntas que este le hace. El chico vive con lo que tienen, se alegra con los afortunados descubrimientos en la constante búsqueda de víveres que lleva su padre, y cuando las cosas se ponen mal no reclama ni maldice su suerte, con una especie de aceptación del mundo en el que le toco vivir.
La historia también es acerca de valores como la riqueza y la pobreza; Un carrito de supermercado repleto de víveres es el sinónimo de prosperidad, la cual durara hasta que el carrito este de nuevo vacio e incluso tenga que abandonarse; del mismo modo cuando el hambre y la desesperaciones son mayores, unas manzanas secas y un manantial de agua cristalina pueden ser un bálsamo incomparable a todo el sufrimiento.
Sobre todo, conforme avanza la novela, uno se percata del oscuro destino que le aguarda a los protagonistas y a la humanidad en general; pero existe una leve esperanza, pues al igual que un pequeño retoño de verdor, o un breve rayo de sol, los cuales no aparecen en toda la historia, la inusitada bondad del chico, no resulta suficiente para asegurar la supervivencia, pero promete que al final, en algún momento mas allá de lo que la novela nos muestra, la vida resurgirá, del mismo modo en que el sentido de humanidad sobrevive en el chico; y solamente en él, pues el padre ya lo ha perdido y únicamente es hombre por seguir cuidando a su hijo.
Personalmente a resultado una gran sorpresa encontrarme con este libro y con este autor, es la obra de creación mas reciente que he leído hasta ahora. Espero seguirle la pista a Cormac McCarthy con altas expectativas al resto de sus libros.

jueves, 25 de noviembre de 2010

XXXII Tertulia de la ciudad de México


Hola amigos:

Pues aquí escribiéndoles para invitarlos cordialmente a la que será nuestra última tertulia de 2010.

En esta ocasión, a pate de divagar de mil cosas, discutiremos la novela La Carretera, escrita por Cormac McCarthy. Discutiremos asimismo la película así como todas las novedades recientes en cine y mil cosas más.

La cita es el próximo domingo 12 de diciembre a las 12 del día en el bar del Sanborns de Parque Dela, ubicado a las afueras del metro Centro Médico.

Nos veremos también para despedirnos por este año y darnos el abrazo. Así pues, están invitados.

Nos vemos ese día.

martes, 16 de noviembre de 2010

Z U A R E en Línea V.3.1: Harry Potter y las Reliquias de la Muerte - parte ...

Z U A R E en Línea V.3.1: Harry Potter y las Reliquias de la Muerte - parte ...: "El día de hoy tuve la oportunidad de ver la nueva película de Harry Potter, adaptación de la primera parte del último libro de la serie. La ..."

Z U A R E en Línea V.3.1: Harry Potter 7 (1a parte): Evento especial

Z U A R E en Línea V.3.1: Harry Potter 7 (1a parte): Evento especial: "HARRY POTTER Y LAS RELIQUIAS DE LA MUERTE – PARTE 1 EL EVENTO DE LA PELICULA * Con la presencia de Tom Felton Fecha y hora: 18 de noviembre ..."

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Z U A R E en Línea V.3.1: Harry Potter VII (1a parte): Tom Felton viene a Mé...

El día jueves 11 de noviembre, a partir de la 1:00 pm, trendremos la tranmisión en vivo de la premier de "Harry Potter y La Reliquias de la Muerte, 1a Parte". Sólo den clic a este vínculo a la hora señalada: Z U A R E en Línea V.3.1: Harry Potter VII (1a parte): Tom Felton viene a Mé...: "El joven actor Tom Felton, quien ha interpretado a Draco Malfoy durante toda la saga de películas de Harry Potter, vendrá a la Ciudad de Mé..."

martes, 9 de noviembre de 2010

Z U A R E en Línea V.3.1: Middle Age Freak; Hoy, Como Hace 25 Años

Z U A R E en Línea V.3.1: Middle Age Freak; Hoy, Como Hace 25 Años: "El reciente reestreno de 'Volver al Futuro' me hace poner en tela de juicio muchas razones que motivan los reestrenos cinematográficos a gr..."

viernes, 5 de noviembre de 2010

XXXI Tertulia de la ciudad de México: nos la pasamos bien.




Hola:

Les pasamos aquí las fotos de la tertulia. En general, nos la pasamos bien a lado de los amigos cienciaficcioneros de siempre.

Para la última tertulia del año, dejamos discutir LA CARRETERA, escrita por Cormac McCarthy. Asimismo, discutiremos la película del mismo nombre inspirada en este libro. La cita es para el domingo 12 de diciembre. Así pues, nos vemos por allá.

jueves, 4 de noviembre de 2010

RESEÑA: EL HOMBRE EN EL CASTILLO


Imagina un mundo en el que Alemania y Japón ganan la segunda guerra mundial.Imagina un continente americano dividido como botín entre los dos países ganadores: el Atlántico para los Alemanes y el pacifico para los Japoneses.Imagina que en este mundo vive un escritor que publica un libro en el que conjetura: ¿Que habría pasado si Norteamerica e Inglaterra hubieran ganado la guerra?Esta es la magistral novela de Philip K. Dick: "El Hombre en el castillo" publicada en 1962, es una de las mas famosas Ucronias (en ningún Tiempo) un genero literario que aborda una historia alternativa.Esta novela trata de muchas historias dentro de una misma historia; en ella no hay un héroe que deba superar la adversidad, en cambio hay una variedad de personajes que interactúan entre si dentro de esta sociedad, de tal forma que son espejo de la nuestra.Cada uno de los personajes tiene dudas e inseguridades, secretos y obsesiones que los llevan a encrucijadas tras las cuales deberán aprender a vivir nuevamente, tal como en nuestra realidad.Esta Robert Childran; un anticuario que vive para complacer a sus nuevos amos japoneses; conformista, llega a admirarlos al grado de asegurar que a su lado los norteamericanos son unos bárbaros blancos.Frank Frink es un judío que escapo de la persecución Nazi, un obrero cansado de una vida estancada que se atreve a intentar una empresa nueva, aunque en el fondo sabe que volverá a fracasar.Nobusuke Tagomi, administrador de la misión comercial Japonesa en los Estados del Pacifico; lleva una vida plácida, entregado a su labor burocrática; pero una conspiración internacional le obligara a actuar de tal manera contraria a sus creencias que terminara demolido interiormente.El hombre conocido como Baynes, quien bajo su papel de comerciante de moldes para plástico sueco oculta su verdadera identidad y su misión de trascendental importancia.Juliana, ex esposa de Frank Frink, entrenadora de judo, un alma libre, conoce a Joe, un camionero que le ofrece la oportunidad de visitar al autor del libro "La langosta se ha posado" Hawthorne Abdsenden; el famoso hombre en el castillo.Como todas las novelas de Dick tenemos aquí una dosis de paranoia, misticismo y psicodelia.Casi todos los personajes recurren al I-Ching, el libro de los cambios, como oráculo para tomar decisiones, trascendentales o cotidianas; el libro siempre contesta con la verdad, pero en forma enigmática de tal forma que los personajes deben preocuparse por interpretar lo que el oráculo les ha dicho, y en ocasiones ni siquiera el Libro puede guiarlos en los momentos críticos.De hecho se ha mencionado que el propio Philip K.Dick recurrió al I-Ching para trazar el argumento de la novela; sera por esta razón o alguna otra que la historia va desarrollándose en un aparente desorden, un caos que provoca desasosiego en el lector, con climax que llegan sin esperar y otros que no aparecen.Hay muchas lecturas que se pueden hacer de "El hombre en el castillo", una que me llamo la atención es la referente a lo que podemos llamar realidad. En un momento dado un personaje compara las antiguedades que los Japoneses compran en América, con las numerosas imitaciones que inundan el mercado de las antiguedades; ¿Que cualidad tiene un objeto autentico que lo distinga de una imitación? Ninguna, contesta, la autenticidad no es algo que se encuentre dentro del objeto, es algo que viene de fuera, en ese caso un certificado de autenticidad.¿Que diferencia existe entre una realidad y otra posible realidad? Ninguna que pueda distinguirse por dentro; solo desde la perspectiva de un mundo paralelo puede juzgarse lo que se considera real. Esto sucede en la novela como en una caja china: El mundo de "El hombre en el Castillo" tiene su contra parte en "La langosta se ha posado" que es una ucronia dentro de una ucronia; como un espejo distorsionado de nuestra realidad cuyos reflejos se multiplican en la infinidad; pues aunque "La langosta se ha posado" plantea un resultado de la Segunda Guerra Mundial mas cercano al de nuestra historia, el resultado final es igualmente extraño a nosotros como lo es de "El hombre en el castillo".Por último comentare que Hawthorne Abdensen, autor de "La langosta se ha posado" resulta una especie de versión alterna de Philip K.Dick y que solo Juliana atestiguara la ironía del titulo; quienes alcanzen a leer hasta el final la novela lo entenderán y a su vez se encontraran con el enigma final: ¿En que mundo están viviendo?

martes, 2 de noviembre de 2010

Z U A R E en Línea V.3.1: Middle Age Freak; Zombies a la Alza

Z U A R E en Línea V.3.1: Middle Age Freak; Zombies a la Alza: "Cuando escuché por primera vez acerca de la 'zombie walk', en realidad no la tomé en serio. Pensé que no eran más que un pequeño grupo de a..."

lunes, 25 de octubre de 2010

Z U A R E en Línea V.3.1: Middle Age Freak; 25 Años de Nintendo

Z U A R E en Línea V.3.1: Middle Age Freak; 25 Años de Nintendo: "Mi primera consola de videojuegos fue un Nintendo Entertainment System (NES). Lo recibí una tarde de sábado, pero no pude conectarlo hasta ..."

lunes, 18 de octubre de 2010

Z U A R E en Línea V.3.1: Middle Age Freak; Comics, lea uno hoy

Z U A R E en Línea V.3.1: Middle Age Freak; Comics, lea uno hoy: "Yo compro mis comics en Sanborns por varias razones. En primera, siempre hay uno cerca, por lo que no tengo que desviarme mucho de la ruti..."

viernes, 15 de octubre de 2010

XXXI Tertulia de la ciudad de México




Hola amigos:

Se abre la convocatoria para la siguiente tertulia. La cita es el próximo domingo 31 de octubre a las 12 del día en el bar den Sanborns de Parque Delta, ubicado a las afueras del metro Centro Médico.

En esta ocasión discutiremos El Hombre en el Castillo, de Phillip K. Dick, una ucronía que se vuelve asimismo un interesantísimo ejercicio de supuesta novela histórica. Asimismo, discutiremos Planeta Salvaje, de René Laloux, la gran obra maestra de la cinematografía de ciencia-ficción francesa.

Sin más por el momento, nos vemos ese domingo. Todos están invitados, recuerden que cada quien paga lo suyo.

Nos vemos

Su amigo Jorge Armando

martes, 12 de octubre de 2010

Z U A R E en Línea V.3.1: Middle Age Freak; Desesperadamente buscando a Phil...

Z U A R E en Línea V.3.1: Middle Age Freak; Desesperadamente buscando a Phil...: "Una vez al mes, un grupo de estudiantes universitarios y algunos conocidos míos organizan la Tertulia de Ciencia Ficción y Fantasía de la C..."

martes, 5 de octubre de 2010

Z U A R E en Línea V.3.1: Volver al Futuro... 25 aniversario

Z U A R E en Línea V.3.1: Volver al Futuro... 25 aniversario: "Para muchos ya no era noticia el reestreno en cines de la iconica película Volver al Futuro, con motivo de su 25 aniversario. La gran duda ..."

lunes, 4 de octubre de 2010

Z U A R E en Línea V.3.1: Middle Age Freak

Z U A R E en Línea V.3.1: Middle Age Freak: "Lectores Maduros Recién terminé de leer varios volúmenes de comics de 'Sandman'. Gracias a Ignacio Lorranca, por prestármelos contra mi vol..."

miércoles, 29 de septiembre de 2010

XXX Tertulia de la ciudad de México: con ausentes e invitados




Hola amigos:

El pasado domingo 26 de septiembre nos reunimos para celebrar 30 tertulias ininterrumpidas. El ambiente fue agradable, y pese a varios ausentes, hubo nuevos visitantes que amenizaron con nuevas ideas y su presencia nuestra reunión de lectores.

Para la siguiente tertulia, regresamos al ámbito mensual. Así pues, nos reuniremos el último domingo de ocubre. Para esta ocasión, discutiremos El Hombre en el Castillo, de Phillip K. Dick. Asimismo, discutiremos la película framcesa Planeta Salvaje (o Planeta Fantástico, según los gringos), realizada por René Laloux, el gran maestro de la animación francesa. Esta peli está completita y en varios idiomas en Youtube, así que es fácil de conseguir y/o ver.

Nos vemos para la próxima.

lunes, 27 de septiembre de 2010

jueves, 23 de septiembre de 2010

Z U A R E en Línea V.3.1: ¿Quieres ser un huevo?

Z U A R E en Línea V.3.1: ¿Quieres ser un huevo?: "¿Eres animador en 2D, 3D, 4D, 5d de 10 o más? Pues fíjense que navegando en el canal de YouTube de Huevo Cartoon, una video-convocatoria (vi..."

martes, 21 de septiembre de 2010

Z U A R E en Línea V.3.1: Ben 10: Supremacía Alienígena

Z U A R E en Línea V.3.1: Ben 10: Supremacía Alienígena: "Desde el 2006, Ben 10 se ha convertido en una de las series animadas más exitosas y una de las franquicias de Cartoon Network más redituabl..."

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Actualidad de la literatura de ciencia-ficción


Mañana jueves 9 de septiembre, Bernardo Fernández (Bef) y José Luis Zárate impartirán la conferencia "Actualidad de la literatura de ciencia-ficción", de 11:00 a 12:30, en el Auditorio Ángel Palerm de la Universidad Iberoamericana. Entrada libre.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

XXX Tertulia de la ciudad de México







Hola amigos.

Desde aquí les escribo para convocarlos a la siguiente tertulia.

La cita es el próximo domingo 26 de septiembre a las doce del día en el bar del Sanborns de Parque Delta, ubicado a las afueras del metro Centro Médico. Recuerden que el bar se encuentra en el último piso de la plaza, casi frente al Cinemex.

En esta ocasión discutiremos Un Mundo Feliz, de Aldous Huxley y Fahrenheit 451, de Ray Bradbury. Asimismo, también comentaremos cine, ya que discutiremos El Origen, de Christopher Nolan.

La invitación está abierta para todos nuestros amigos que nos visitan ocasionalmente en este blog. Asimismo, nuestros amigos del Facebook están cordialmente invitados a acompañarnos. Ustedes simplemente lleguen e intégrense, así sobre la marcha nos iremos conociendo. En la tertulia hablamos sobre ciencia-ficción, cine, Literatura y mil cosas más, siempre con una tasa de café y viviendo un buen ambiente.

Sin más preámbulo, nos vemos ese domingo, que esta vez promete lleno total.

Su amigo Jorge Armando.

domingo, 29 de agosto de 2010

Quinto premio anual Jamie Bishop Memorial Award

(Dale Knickerbocker, 28/08/2010) La International Association for the Fantastic in the Arts anuncia:

5o premio anual Jamie Bishop Memorial Award for an Essay Not in English.

al mejor ensayo académico en lengua no inglesa sobre el género fantástico.

La definición de fantástico incluye ciencia-ficción, folklore y géneros afines en literatura, teatro, cine, ilustración y diseño gráfico, y otros campos relacionados.

Premio: 250 USD y una inscripción por un año a la IAFA, que se fallará durante la International Conference on the Fantastic in the Arts, en marzo del 2011.

El ensayo ganador se publicará en la web de la IAFA.

El plazo de admisión de los trabajos se cerrará el 31 de octubre del 2010.

Los ensayos pueden ser trabajos académicos inéditos presentados por su autor, o bien trabajos ya publicados presentados por su autor o por otro académico (en cuyo caso deberán contar con una autorización expresa del autor) Todos los trabajos deben acompañarse de un resumen en inglés. Los trabajos pueden remitirse, preferentemente, en formato electrónico (MS Word, WordPerfect o RTF) o bien por correo.

Toda la correspondencia y los trabajos candidatos se deben remitir a:

Dale Knickerbocker.
Department of Foreign Languages and Literatures.
East Carolina University Greenville, NC 27858 EE. UU.
knickerbockerd@ecu.edu
Fax: 252-328-6233.

sábado, 21 de agosto de 2010

Homenaje a Phillip K. Dick



Homenaje a un Maestro


... Lo que intento hacer es decirles que la crisis de ustedes mismos, su odisea, asumiendo que tienen una, no es algo que va a durar para siempre, y quiero que sepan que ustedes sobrevivirán gracias a su coraje, ingenio y un cambio de vida.

Philip K. Dick, 1980


Sé que muchos lectores de esta revista adoran a Dick. Algunos pensarán que yo no lo aprecio, o no le doy ninguna importancia, dado que se me ha hecho una reputación (falsa) de que sólo me gusta la CF hard y que desprecio lo que no sea eminentemente científico. ¡Qué poco saben de mí! Yo respeto profundamente a Philip K. Dick, ese hombrón colérico, de mirada furiosa y voz profunda que escribió textos con tanta fuerza y tanta humanidad. Dick era, de verdad, un maestro y un genio. Y si alguien me preguntara en medio de una catástrofe qué textos de Dick hay que rescatar primero, salvaría algunos cuentos, alguna novela —para que se supiera, literariamente hablando, de qué trata y cómo es su obra— pero antes que nada, primero que todo, salvaría el texto que presentamos hoy. Si alguno de ustedes debe escribir unas líneas que pinten lo que importa en una persona, en un creador, en un ser humano que sufre y siente, en una persona que bracea desesperadamente por las aguas la vida, sintiendo que en cada momento se va a hundir, que se acalambrará y no podrá llegar, que no querrá seguir, lean esto primero. Hay tanto mensaje que parece que Dick, dos años antes de su muerte (hoy se cumplen veinte años), nos hubiese dejado un mensaje a cada uno de nosotros —que estamos sufriendo hoy una crisis tremenda y dolorosa— en este intenso texto. Recomiendo leerlo con atención.


Eduardo J. Carletti


Introducción al libro The Golden Man (colección de cuentos de P. K. Dick)

Philip K. Dick / 1980


Cuando veo estas historias mías, escritas a lo largo de tres décadas, pienso en un local llamado Lucky Dog Pet Store (Tienda de Mascotas "El Perro Suertudo"). Hay una buena razón para esto. Tiene que ver no sólo con mi vida, sino con las vidas de la mayoría de los escritores que trabajan por cuenta propia. Se llama pobreza.


Me río de esto ahora, y siento además una pequeña nostalgia, debido a que, en algunos aspectos, ésos fueron los mejores benditos días de mi vida, especialmente allá en los principios de los cincuenta, cuando empezó mi vida como escritor profesional. Pero éramos pobres; en efecto —mi esposa Kleo y yo— éramos pobres pobres. No lo disfrutábamos para nada. La pobreza no fortalece el carácter. Eso es un mito. Pero sí te convierte en un buen contable; uno cuenta y cuenta con exactitud su dinero, su poco dinero, una y otra vez. Antes de salir de casa para ir al almacén tú sabes con exactitud cuánto puedes gastar, y sabes también con exactitud cuánto puedes comprar, debido a que si te pasas no vas a comer el día siguiente y tal vez tampoco el que le sigue.


Por lo tanto, ahí estaba yo en el Lucky Dog Pet Store en la Avenida San Pablo, en Berkeley, California, en los años cincuenta, comprando una libra de carne picada de caballo. La razón por la que soy escritor por cuenta propia y viví en la pobreza es (y admití esto desde el principio) que estaba aterrorizado por figuras autoritarias como jefes, policías y maestros; quería ser escritor por cuenta propia porque sería mi propio jefe. Tiene sentido. Yo había renunciado a mi trabajo de dependiente de discos en un comercio de música; cada noche, durante toda la noche, escribía cuentos de ciencia ficción y literatura general... y vendía ciencia ficción. No disfrutaba, de verdad, de saborear la carne de caballo; es muy dulce... pero en cambio disfrutaba de no tener que estar tras un mostrador exactamente a las nueve de la mañana, de traje y corbata y diciendo "Sí, señora, ¿puedo ayudarla en algo?, etcétera... disfrutaba de haber sido echado repentinamente de la Universidad de Berkeley debido a que no quería tomar el ROTC (Reserve Officers Training Corps: cuerpo de entrenamiento de oficiales de reserva) —muchacho, una figura autoritaria de uniforme ¡es la figura autoritaria!—, cuando al entregar mis 35 centavos al dependiente del Lucky Dog Pet Store me encontré una vez más frente a mi Némesis personal: inesperadamente, me encontraba de nuevo frente a la figura autoritaria.


No puedes escapar de tu Némesis; yo lo había olvidado.


El hombre dijo: —Usted compra carne de caballo para comerla usted.


Ahora él medía un metro ochenta y pesaba ciento cuarenta kilos. Me estaba mirando fijo. Yo tenía, en mi mente, de nuevo cinco años, y había tirado goma de pegar en el piso del jardín de infantes.


—Sí, señor —admití.


Quería decirle: Mire, estoy toda la noche escribiendo historias de CF y soy pobre, pero sé que las cosas van a mejorar y tengo una esposa que amo, un gato llamado Magnificat y una pequeña y vieja casa alquilada por 25 dólares al mes, que es todo lo que puedo pagar. Pero el hombre estaba interesado en un único aspecto de mi desesperada (pero llena de esperanzas) vida. Sabía lo que me estaba por decir. La carne de caballo que vendemos es para consumo animal. Pero Kleo y yo la estábamos comiendo, y ahora estábamos siendo juzgados; el Gran Juicio había llegado; había sido atrapado en otro Acto Incorrecto.


Esperé que el hombre dijera "Tiene usted una mala actitud".


Éste era mi problema y es mi problema ahora: tengo una mala actitud. En pocas palabras, temo la autoridad pero al mismo tiempo me siento resentido —de la autoridad y de mi propio miedo—, por lo tanto me rebelo. Y escribir historias de CF es una forma de rebelarse. Me rebelé contra el ROTC y la Universidad de Berkeley y terminé fuera; me propuse no volver nunca. Un día me fui de mi trabajo en el comercio de discos y nunca volví. Más tarde me opuse a la guerra de Vietnam y encontré mis archivos volados y mis papeles desparramados por ahí o robados, como fue descrito en la revista Rolling Stone. Todo lo que hago es generado por mi mala actitud, desde correr el ómnibus a pelear por mi país. También tengo una mala actitud con respecto a los editores; estoy siempre atrasado y fuera de término (estoy atrasado en este trabajo, por ejemplo).


Con todo, la CF es una forma rebelde de arte y necesita escritores y lectores y malas actitudes, una actitud expresada por un ¿Por qué? o ¿Cómo fue? o ¿Quién lo dice? Esto viene sublimado en los temas que aparecen en mis textos como "¿Es real el universo?". O "¿Somos todos humanos reales o alguno de nosotros seremos máquinas basadas en reflejos?". Tengo un gran enojo en mi interior. Siempre lo tuve. La última semana mi doctor me dijo que mi presión sanguínea está alta de nuevo, lo cual puede traer una complicación cardíaca. Me puse loco. La muerte me pone loco. Ver humanos y animales sufriendo me pone loco; cuando uno de mis gatos murió maldije a Dios expresamente: estaba furioso con él. Me gustaría tenerlo aquí para interrogarlo y para decirle que yo pienso que el mundo es retorcido, que el hombre no tuvo pecado ni falla sino que fue empujado —lo cual es bastante malo—, para después vender la mentira de que su naturaleza es básicamente pecadora, lo cual sé que no es así.


He conocido toda clase de personas (cumplí cincuenta hace poco y estoy molesto por ello; ya he vivido un largo tiempo) y eran buena gente en todos los sentidos. He modelado los personajes de mi novelas en base a ellos. De vez en cuando una de estas personas muere y esto me pone loco, realmente loco. "Te llevaste a mi gato", quisiera decirle a Dios, "y después a mi novia. ¿Qué estás haciendo? Escúchame, ¡escúchame!, lo que estás haciendo está mal".


Básicamente, no soy tranquilo. Me crié en Berkeley y heredé la conciencia social que se esparció desde allí hacia el país en los sesenta, sacándonos de encima a Nixon y terminando la guerra de Vietnam, más una cantidad de otras cosas buenas: el movimiento mismo por los derechos civiles. Todo el mundo en Berkeley se volvía loco enseguida. Yo acostumbraba a poner locos a los agentes del FBI que caían de visita cada semana (el Sr. George Smith y el Sr. George Scruggs de la Red Squad), y puse locos a mis amigos miembros del partido comunista, logrando que me echaran de la única reunión del PC de EE.UU a la que fui porque me puse a argumentar con vigor (léase enojado) en contra de lo que estaban diciendo.


Esto era al principio de los cincuenta y ahora me encuentro bien al final de los setenta y sigo loco. Ahora mismo estoy furioso a causa de lo que le pasa a mi mejor amiga, una chica llamada Doris, de veinticuatro años de edad. Ella tiene cáncer. Estoy enamorado de alguien que puede morir en cualquier momento y esto me pone furioso contra Dios y la raza humana, elevando mi presión sanguínea y acelerando el ritmo de los latidos de mi corazón. Y además escribo. Quiero escribir sobre la gente que amo y ponerla en un mundo de ficción sacado de mi mente, no el mundo que tienen en la realidad, debido a que el mundo en el que viven realmente no cumple con mis normas. De acuerdo, tal vez debería revisar mis normas; estoy desencaminado. Debería aceptar la realidad. Yo nunca he aceptado la realidad. Es sobre lo que trata toda la CF. Si usted quiere aceptar la realidad, lea a Philip Roth, lea a los escritores de la corriente principal del stablishment literario de Nueva York. Pero ustedes están leyendo CF y yo escribo para ustedes. Quiero mostrarles, en mis textos, que amo a mis amigos y que aborrezco salvajemente lo que les ocurre.


He visto a Doris sufrir de un modo inexpresable, aguantar tormentos en su lucha contra el cáncer en un grado que no puedo creer. Una vez corrí fuera de mi departamento hasta la casa de un amigo, corrí literalmente. Mi doctor me ha dicho que Doris no vivirá mucho más y que yo debería decirle adiós y decirle que eso se debe a que ella está muriéndose. Lo intenté y no pude hacerlo, sentí pánico y corrí. En la casa de mi amigo hablamos del tema y escuchamos grabaciones fantásticas y misteriosas (gusto de la música de este tipo, clásica y de rock; es vivificante). Él también es escritor, un joven escritor de CF llamado K. W. Jeter; uno bueno. Hablamos y yo dije, levantado la voz, con una voz verdaderamente alta: "La peor parte de esto es que estoy empezando a perder mi sentido del humor con respecto al cáncer". Luego comprendí lo que había dicho, y él también lo entendió, y ambos reímos.


Me puse a reír. Nuestra situación, la situación humana, es, en el análisis final, ni horrible ni significativa, sino divertida. ¿De qué otro modo se la puede llamar? La gente más sabia son los payasos, como Harpo Marx, que no hablaba. Si yo pudiera obtener lo que quisiera, me gustaría ser Dios para poder escuchar lo que Harpo no ha dicho, y entender por qué no quería hablar. Recuerden, Harpo podía hablar. Él simplemente no quería hacerlo. O tal vez, si hubiese hablado, tendría que habernos dicho algo terrible, algo que no conocemos. No lo sé. Tal vez ustedes me lo puedan decir.


Escribiendo se vive una vida solitaria. Uno se encierra en su estudio y trabaja y trabaja. Por ejemplo, he tenido el mismo agente durante 27 años y nunca me he reunido con él debido a que él está en Nueva York y yo en California. (Lo vi una vez en TV, en el Show de Tom Snyder, y es un pobre hombre que sigue la moda. Él realmente juega duro, que es lo que se supone que debe hacer un agente.) Me he encontrado con otros escritores de CF y empecé a hacer amistad con algunos. Por ejemplo, conozco a Harlan Ellison desde 1954. Harlan me retuerce las tripas. Cuando estábamos en el segundo Festival Anual de CF de Metz el año pasado, en Francia, vean, Harlan me rompió por dentro. Estábamos en el bar del hotel, con todo tipo de personas rodeándonos, la mayor parte franceses. Harlan me destrozó. Fue fino; lo amé. Fue una especie de mal viaje de droga; uno tiene que patear traseros y disfrutar; no hay alternativa.


Pero amo a ese pequeño bastardo. Es una persona que existe de verdad. Lo mismo que Van Vogt y Ted Sturgeon y Roger Zelazny y, más que nadie, Norman Spinrad y Tom Disch, mis dos preferidos en todo el mundo. La soledad del escritor es desplazada per se por la fraternidad entre colegas. El último año se me cumplió un sueño de por lo menos 40 años: me encontré con Robert Heinlein. Fueron sus escritos, junto a los de A. E. Van Vogt, los que me habían hecho interesar en la CF, y consideraba a Heinlein mi padre espiritual, aunque nuestras ideas políticas sean opuestas del todo. Varios años atrás, cuando yo estaba mal, Heinlein ofreció su ayuda, cualquier cosa que pudiera hacer, y nunca nos encontramos. Él llamó para preguntarme y ver cómo estaba. Quería comprarme una máquina de escribir eléctrica, Dios lo bendiga; uno de los pocos caballeros verdaderos en este mundo. No me agrada ninguna de las ideas que él puso en sus textos, pero esto no tiene importancia. Una vez, cuando debía un montón de dinero y no me alcanzaba para pagarlo, Heinlein me prestó lo que necesitaba. Yo pienso mucho en él y su esposa; les dediqué un libro. Robert Heinlein es un hombre de aspecto fino, muy impresionante y muy militar en su estampa; uno diría que tiene una formación militar, incluso en el corte de pelo. Él sabía que yo era una rareza y aún así nos seguía ayudando a mí y a mi esposa cuando estábamos en problemas. Esto es lo más grande en la humanidad, es lo que amo de ella.

Mi amiga que tiene cáncer, Doris, fue novia de Norman Spinrad. Norman y yo hemos andado juntos por años; tenemos hechas un montón de cosas insanas en común. Norman y yo nos poníamos histéricos y empezábamos a delirar. Norman tiene el peor temperamento que se pueda encontrar en un humano vivo. Él lo sabe. Beethoven era igual. Yo no tengo ningún temperamento, probablemente a causa de que mi presión sanguínea es tan alta; tengo que dejar parte de mi cólera fuera de mí. Realmente no sé, luego del análisis final, quién ha enloquecido a quien. Envidio de verdad la habilidad de Norman para sacar eso para afuera. Él es un escritor excelente y un excelente amigo. He obtenido, al ser un escritor de CF, no fama y fortuna, sino buenos amigos. Es lo que lo hace importante para mí. Las esposas vienen y van, las novias vienen y van, pero nosotros, los escritores de CF, seguimos juntos hasta que, literalmente, morimos... que es lo que haré en cualquier momento (probablemente en un alivio propio y secreto). Mientras estoy escribiendo esta introducción, releyendo historias que abarcan un período de treinta años de trabajo, volviendo mi pensamiento hacia atrás, recordando el Lucky Dog Pet Shop, mis días en Berkeley, mi compromiso político y cómo la Humanidad trepó en mi trasero a causa de él... sigo teniendo un miedo residual, aunque creo que el reino de la intriga policial y el terror se ha terminado en este país (por un tiempo, en todo caso). Ahora duermo bien. Pero hubo una época en la que pasaba toda la noche sentado y con miedo, esperando que golpearan la puerta. Finalmente me llamaron a "ir de paseo", como le decían ellos, y la policía me interrogó por horas. Fui llamado también por la OSI (Inteligencia de la Fuerza Aérea) e interrogado por ellos; tenía que ver con las actividades terroristas en el condado de Marin (en esa época no eran "actividades de terroristas" para las autoridades, sino de ex-convictos negros de San Quintín). Me enteré de que la casa de al lado de la mía había sido comprada por un grupo de ellos. La policía pensaba que yo estaba relacionado con ellos; estuvieron mostrándome fotos de muchachos negros y preguntándome ¿Los conoce? A esa altura ya no podía hablar. Fue un día realmente de miedo para el pequeño Phil.


Por lo tanto, si ustedes piensan que los escritores viven una vida de enclaustramiento entre libros, están equivocados, por lo menos en mi caso. Estuve, además, un par de años en la calle, en el mundo de la droga. Parte de esta escena fue divertida e increíble, y otras partes fueron espantosas. Yo escribí sobre eso en Una mirada a la oscuridad, por lo tanto no voy a escribir sobre eso aquí. Una cosa buena sobre mi paso por la calle era que la gente no sabía que yo era un escritor de CF conocido, o si lo sabían no les importaba. Al fin de los dos años había perdido, literalmente, todo lo que tenía, incluyendo mi casa. Volé a Canadá como invitado de honor de la Convención de CF de Vancouver, celebrada en la Universidad de British Caledonia, y decidí quedarme. Al infierno con el mundo de la droga. Había parado temporalmente de escribir; fue un mal tiempo para mí. Me había enamorado de varias inescrupulosas chicas de la calle... Manejé un viejo convertible Pontiac modificado con un carburador cuádruple y cubiertas anchas, sin frenos, y estábamos siempre en peligro, siempre encarando problemas que no podíamos manejar. Luego que dejé Canadá y volé hacia el condado de Orange tuve mi cabeza en claro y volví a escribir. Conocí una chica muy correcta y me casé con ella, y tuvimos un bebé llamado Christopher. Tiene cinco años ahora. Me dejaron hace un par de años. Bien, como dice Vonnegut, todo termina. ¿Qué puedes contestar? Es como todo en la realidad, tú ríes o —pienso— te dejas vencer y mueres.


Una cosa que he notado que puedo hacer con placer es releer mis propios textos, en especial las primeras historias y novelas. Esto induce un viaje mental a través del tiempo, lo mismo que producen algunas canciones que se escuchan en la radio (por ejemplo, escuchando cantar "Vincent" a Don McLean, veo una chica llamada Linda que viste un minishort y maneja su Camaro amarillo; vamos hacia a un restorán caro y yo estoy preocupado pensando en si podré pagar la cuenta y Linda me cuenta que está enamorada de un viejo autor de CF y yo imagino —¡oh tonta vanidad!— que se refiere a mí, pero la cosa cambia y resulta que se está refiriendo a Norman Spinrad, a quien yo presenté a la chica). Todo retorna, una sensación misteriosa que, estoy seguro, ustedes habrán experimentado alguna vez. Me han dicho que he expuesto todo sobre mí en mis escritos, cada faceta de mi vida, psique, experiencias, sueños y miedos, que puedo ser inferido absoluta y precisamente a partir del conjunto de mi obra. Esto es verdad. Por eso, cuando leo mi obra, como en el caso de las historias de esta colección, hago un viaje a través de mi mente y mi vida, sólo que son mi mente y mi vida de hace tiempo. Aquí está el mundo de la droga. Aquí el tema filosófico, especialmente la gran duda epistemológica que empieza cuando estoy asistiendo a la Universidad de Berkeley. Mis amigos muertos están en mis cuentos y novelas. ¡Nombres de calles! Hasta usé la dirección de mi agente para un personaje (Harlan una vez puso su teléfono en un cuento, cosa que luego tuvo que lamentar). Y, por supuesto, ahí está un tema constante: la música, el amor a la música y la preocupación por la música. La música es el hilo que hace coherente mi vida.


Vean, hasta que me hice escritor estuve en algún lugar de la industria de la música, más exactamente en la industria de la grabación. Recuerdo allá por la mitad de los sesenta, cuando escuché por primera vez a Linda Ronstadt; ella estaba invitada al show de Glen Campbell en la TV, y yo no había escuchado nada de ella. Me puse chiflado al verla y escucharla. Había sido vendedor de discos y mi trabajo era encontrar nuevos talentos que tuviesen calidez y, escuchando y viendo a Ronstadt, supe que estaba oyendo a uno de los grandes; pude ver el futuro a través del túnel del tiempo. Luego, cuando ella ya había grabado algún tema, ninguno de sus grandes éxitos, los cuales compré puntualmente, yo calculaba el mes exacto en que se haría famosa. Incluso escribí a Capitol y se los dije; les dije que la próxima grabación de Ronstadt sería el comienzo de una carrera sin paralelo en la industria de los discos. Su siguiente grabación fue "Heart Like a Wheel". Capitol no contestó mi carta, pero infierno, yo había acertado, y estaba feliz de haber acertado. Pero, vean, esto es lo que quisiera hacer ahora, en lugar de escribir CF. La fantasía número uno que discurre en mi cabeza es: Descubro a Linda Ronstadt y soy recordado como el joven de Capitol que le hizo firmar. Me gustaría que en mi lápida diga:


DESCUBRIÓ A LINDA RONSTADT


¡Y LE HIZO FIRMAR CONTRATO!


Mis amigos se divierten y son caústicos y despreciativos con mi fantasía de descubrir a Ronstadt y a Grace Slick y a Streisand y otros. Tengo un buen estéreo (por lo menos los parlantes y el sistema de cinta son buenos) y una enorme colección de grabaciones, y cada noche, de las once de la noche a las 5 de la mañana, escribo con mis auriculares electrostáticos Stax puestos. Mi vicio y mi trabajo juntos. No pueden esperar algo mejor que esto: el trabajo y el pecado unidos. Aquí estoy, escribiendo, y de mis auriculares brota Bonnie Koloc, y nadie más que yo puede escucharle. La broma es, sin embargo, que no hay nadie más aquí, todas mis esposas y novias se han ido hace tiempo. Es otra de las cosas malas de escribir; debido a que es una ocupación solitaria, que requiere una gran atención y concentración, tiende a alejar a tus esposas y novias, sea quien sea quien está viviendo contigo. Este es, probablemente, el precio más doloroso que paga el escritor. Toda la compañía que tengo son dos gatos. Como mis amigos drogadictos (ex-amigos drogadictos, ya que la mayoría de ellos están muertos ahora) mis gatos no saben que soy un escritor reconocido y, al igual que aquellos, lo prefieren así. Cuando estuve en Francia, tuve la interesante experiencia de ser famoso. Allá soy el escritor de CF que más gusta, el mejor de todos en el mundo entero (les digo esto porque tiene importancia). Fui Invitado de Honor en el festival de Metz que ya he mencionado y di unas charlas que, típicamente, no tenían gran significado. Sin embargo los franceses no pudieron entenderlo, a pesar de la traducción. Algunas cosas se desarreglan en mi cerebro cuando escribo discursos; creo que imagino que soy una reencarnación de Zoroastro trayendo noticias de Dios. Por eso trato de dar la menor cantidad posible de discursos. Llámenme, ofrézcanme un montón de dinero para dar una conferencia, y les daré un hilvanado pretexto para no hacerlo; diré cualquier cosa, una mentira palpable. Pero era fantástico (en el sentido de irreal) estar en Francia y ver todos mis libros en magníficas y caras ediciones en lugar de los libros de bolsillo del tipo que Spinrad llama tapas "a ojo pelado". Los dueños de las librerías venían a estrechar mi mano. La Municipalidad de la Ciudad de Metz hizo una cena y una recepción para nosotros, los escritores. Estaba Harlan, como ya dije, y también Roger Zelazny y John Brunner y Harry Harrison y Robert Sheckley. No había conocido a Sheckley antes; él es un caballero. Brunner, como yo, es corpulento. Hacíamos interminables comidas juntos, Brunner se aseguró de que todos supiésemos que hablaba francés. Harry Harrison cantó el Himno Nacional Fascista en italiano en voz alta, mostrando lo que piensa del prestigio (Harry es el iconoclasta del universo conocido). Los editores acechaban en todos lados, lo mismo que el periodismo. Fui entrevistado desde las ocho de la mañana hasta las 3:30 de la mañana siguiente y, como siempre, dije cosas con las que volverán a perseguirme. Fue la mejor semana de mi vida. Pienso que allá en Metz fui realmente feliz por primera vez; no debido a sentirme famoso sino porque había mucha excitación en aquella gente. Los franceses se excitaban salvajemente al decidir qué ordenar de un menú, tal como pasaba en las viejas discusiones políticas que solía tener en Berkeley, sólo que aquí se hablaba de simple comida. Decidir por qué calle se va a caminar implica diez franceses gesticulando y vociferando y luego saliendo en direcciones diferentes. El francés, como Spinrad y yo, ve la posibilidad más improbable en cada situación, lo cual es, con certeza, la razón de que yo sea tan popular allá. Tomen un número de posibilidades y el francés seleccionará la más descabellada. De modo que he vuelto a casa. Podría haberme vuelto histérico entre gente predispuesta a la histeria, gente incapaz de tomar decisiones o actuar debido a lo dramático del mismo proceso de decisión. Así soy yo: paralizado por la imaginación. Para mí una cubierta pinchada en mi auto es (a) El Fin del Mundo y (b) Una Indicación de lo Monstruoso (aunque olvidé por qué).


Esto es lo que amo de la CF. Amo leerla; amo escribirla. El escritor de CF no ve posibilidades sino descabelladas posibilidades. No es "que tal si..." sino "Oh Dios, que tal si..." en forma frenética e histérica. Los marcianos están siempre por llegar. El Señor Spock es el único calmo. Esto es porque Spock se ha convertido para nosotros en el dios de un culto; calma nuestra normal histeria. Equilibra la proclividad de la gente de CF a imaginar lo imposible.


KIRK (frenéticamente): ¡Spock, el Enterprise está por estallar!


SPOCK (con calma): Negativo, Capitán; es sólo un fusible fallado.


Spock tiene razón siempre, aún cuando está equivocado. Es el tono de la voz, su razonabilidad sobrenatural; no es un hombre como nosotros; es un dios. Dios habla de esta forma; todos lo sentimos instintivamente. Por eso ponen a Leonard Nimoy a dirigir programas pseudo científicos de TV. Nimoy puede hacer que cualquier cosa suene plausible. Ellos pueden estar a la búsqueda de un botón perdido o del cementerio de elefantes, y Nimoy calmará nuestras dudas y miedos. Me gustaría como psicoterapeuta; podría irrumpir frenéticamente, lleno de mis miedos histéricos usuales, y él los ahuyentaría.


PHIL (histéricamente): ¡Leonard, el cielo está cayendo!


NIMOY (con calma): Negativo, Phil; es sólo un fusible fallado.


Y yo me sentiría bien y mi presión sanguínea bajaría y podría continuar con la novela en la que estoy trabajando desde hace tres años, al borde de mis límites.


Al leer los cuentos incluidos en este volumen, ustedes deberán tener en mente que la mayoría fueron escritos cuando la CF era tan despreciada que virtualmente no existía a los ojos de todos los EE.UU. El desprecio hacia los escritores de CF no era divertido. Hacía miserables nuestras vidas. Hasta en Berkeley —o especialmente en Berkeley— la gente decía: "Pero, ¿estás escribiendo algo serio?". No ganábamos dinero; pocas editoriales publicaban CF (Ace Books era la única que publicaba libros de CF con regularidad); y se abusaban cruelmente de nosotros. Elegir como carrera ser escritor de CF era un acto de autodestrucción; en efecto, la mayoría de los escritores ni siquiera podían concebir que alguien lo tomara en consideración. El único escritor que no era de CF que me trató con cortesía fue Herbert Gold, a quien conocí en una fiesta literaria en San Francisco. Me autografió una tarjeta de esta forma: "A un colega, Philip K. Dick". Guardé la tarjeta hasta que la tinta se desvaneció y le sigo agradecido por su caridad. (Sí, esto es lo que significaba, entonces, tratar a un escritor de CF con cortesía.) Para tener una copia de mi primer novela publicada, Lotería solar, tuve que pedirla especialmente a la librería City Lights de San Francisco, que se especializaba en rarezas. Así que tengo que confrontar en mi cabeza la experiencia de 1977, en la cual el intendente de Metz me estrecha la mano en una recepción oficial; y la ordalía de los cincuenta, cuando Kleo y yo vivíamos con noventa dólares por mes; cuando ni siquiera podíamos pagarnos el lujo de un libro usado; cuando yo, si quería leer una revista tenía que ir a la librería porque no sabía si me iba a alcanzar para comprarla; cuando estábamos viviendo, literalmente, de comida para perros. Yo pienso que ustedes deben saber esto; específicamente en el caso de que sean, digo, veinteañeros y algo pobres, y tal vez estén empezando a llenarse de desesperación, sean escritores de CF o no, sea lo que sea lo que quieran hacer de sus vidas. Pueden tener un montón de miedo, y a menudo es un miedo justificado. La gente se muere de hambre en los EE.UU. Mi odisea financiera no terminó en los cincuenta; en mitad de los setenta yo seguía sin poder pagar la renta, no tenía recursos para llevar a Christopher al médico, no tenía auto ni teléfono. El mes que Christopher y su madre me dejaron gané nueve dólares y eso fue hace tres años. Sólo la bondad de mi agente, Scott Meredith, al prestarme dinero cuando estaba quebrado, me permitió salir de aquello. En 1971 tenía que pedir comida a mis amigos. Ahora vean, no busco simpatía, lo que intento hacer es decirles que la crisis de ustedes mismos, su odisea, asumiendo que tienen una, no es algo que va a durar para siempre, y quiero que sepan que ustedes sobrevivirán gracias a su coraje, ingenio y un cambio de vida. He visto chicas de la calle sin educación sobreviviendo horrores imposibles de describir. He visto la cara de hombres cuyos cerebros habían sido quemados por la droga, hombres que todavía podían pensar lo suficiente como para darse cuenta de lo que había pasado con ellos; vi sus desmañados intentos por aguantar y salir de un temporal del que no hay salida. Como en el poema "Atlas" de Heine: "Arrastro lo que no puede ser arrastrado". Y luego "¡Y en mi cuerpo mi corazón quisiera romperse!". Pero este no es el único ingrediente de la vida, y no es el único tema en la ficción, mía o de cualquier otro, excepto, tal vez, en el caso de los nihilistas y existencialistas franceses. Kabir, el poeta sufí del siglo dieciséis, escribió: "Si no has vivido por algo, eso no existe." Así que vivan por algo; quiero decir, vayan todo el camino hasta el fin. Ahí es donde se entiende todo, y no a lo largo del camino.


Si tengo que seguir adelante con el análisis del enojo que hay dentro de mí, que se ha expresado por sí mismo en tantas sublimaciones, podría suponer que lo que despierta mi indignación, probablemente, es la insensatez. La insensatez es el desorden, la fuerza de la entropía; en cuanto a mí, no hay valor de redención en algo que no se puede comprender. Mi escritura, en resumen, es un intento de mi parte de tomar mi vida y todo lo que he visto y hecho y adaptarla dentro de un trabajo que tenga sentido. No estoy seguro de haberlo hecho con éxito. Primero, no puedo desmentir lo que he visto. He visto desorden y pesar, y entonces he escrito sobre ellos; también he visto valentía y humor, y la he puesto en mis trabajos. ¿Pero qué hace que todo esto se sume? ¿Cuál es la vasta visión que irá a darle sentido dentro de la totalidad?

Lo que me ayuda —si es que hay ayuda posible— es encontrar la semilla de mostaza de lo cómico en el corazón de lo horrible y fútil. He estado indagando en voluminosos y solemnes asuntos teológicos durante cinco años para la novela que estoy escribiendo, y mucha de la Sabiduría del Mundo ha pasado de la página impresa a mi cerebro, donde fue procesada y guardada en forma de más palabras: palabras que entran, palabras que salen, y un cerebro en el medio intentando determinar, fatigosamente, el significado de todo. De cualquier modo, la otra noche empecé el artículo de Filosofía de la India de la Enciclopedia de Filosofía, una erudita colección de referencia de ocho tomos a la que estimo mucho. Eran las cuatro de la mañana y estaba extenuado (he estado trabajando de este modo en esta novela, haciendo este tipo de investigación, sin parar). Y ahí, en el corazón de este solemne artículo, estaba esto:


"Los idealistas budistas usan varios argumentos para mostrar que la percepción no produce un conocimiento de los objetos externos que sea característico de quien los percibe... El mundo externo consiste supuestamente de un número de objetos diferentes, pero se los puede reconocer como diferentes sólo a causa de que hay diferentes tipos de experiencias 'de' ellos. Pero si las experiencias son distinguibles por esa razón, no hay necesidad de mantener la hipótesis superflua de que hay objetos externos..."


En otras palabras, aplicando la navaja de Occam a la pregunta espistemológica de "¿Qué es la realidad?", los budistas idealistas llegan a la conclusión de que creer en un mundo externo es una "hipótesis superflua", lo cual viola el "Principio de Parsimonia", que el principio que sostiene a la ciencia occidental. Por lo tanto, el mundo externo es abolido, y nosotros podemos ir a atender asuntos más importantes; sea lo que sea lo que puedan ser.

Aquella noche me fui a la cama riendo. Reí por una hora. Todavía sigo riendo. Empujen a la filosofía y a la teología a lo esencial (y el budismo idealista es probablemente la esencia de ambas) y ¿qué conclusión sacas? Nada. Nada existe (ellos han dado prueba, además, de que el yo tampoco existe). Como decía al principio, hay un solo camino: ver todo esto como una broma final. Kabir, a quien ya he mencionado, también veía a la danza y la diversión y el amor como caminos de salida; y escribió sobre el sonido de "los tobillos de los pies de los insectos cuando caminan". Me gustaría escuchar ese sonido; si pudiera hacerlo, tal vez mi enojo y mi miedo y mi presión alta desaparecerían.