miércoles, 3 de octubre de 2007

V Tertulia de la ciudad de México: Resultados



El pasado domingo 23 de septiembre nos reunimos para celebrar la V Tertulia de ciencia-ficción de la ciudad de México. Entre la pena por la pérdida de nuestro amigo Alberto Hinojosa y la ausencia de algunos habituales a la tertulia, nos dispusimos a analizar los dos temas en cuestión que habíamos dejado la vez pasada.

Casi a las doce del día, llegué a las afueras del inmueble. Casi al instante, Luis Flores llegó contándome que Miguel Ángel Fernández y Ángel Zúñiga ya se encontraban adentro del local desayunando y discutiendo las últimas nuevas sobre la localización de los familiares de Alberto. Cuando entramos, los siguientes en llegar fueron Héctor Chavarría con su invitada (que hasta donde recuerdo se llama Lilia) y mi amiga y colega escéptica Ilvaíta. Posteriormente, Roberto fue el último en llegar. Con ocho cienciaficcioneros en la mesa decidí iniciar la tertulia de aquel día.

Una de las cosas de las que hablaron Ilvaíta y Héctor, los invitados de honor, fue sobre Solaris, novela de Stanislaw Lem, ateísmo y la interesante dualidad de algunos de nosotros al tener un interés bien marcado entre ciencia-ficción y escepticismo.

En general aquel día nos colgamos casi cinco horas hablando tanto de La Naranja Mecánica (novela y película) así como de Planeta Salvaje (que casi nadie peló). Asimismo, se habló también de OVNIs, del PAN y de mil cosas más relacionadas con la ciencia-ficción nacional e internacional. Particularmente, fue una tarde agradable.

Las dos fechas propuestas para la tertulia de octubre son los domingos 21 y 28 de ese mes. Lo podemos hacer por votación dejando sus comentarios en este espacio. Dejamos para la siguiente reunión Contacto (tanto película como novela). También estoy de una vez pensando que para la tertulia de noviembre podríamos discutir dos películas únicamente y así dejar desde ahorita la novela Dunas, de Frank Herbert para la tertulia de diciembre en una fecha previa al inicio de las vacaciones. El motivo es que esa obra maestra de la ciencia-ficción es bastante extensa y convendría dejar unos dos meses para alcanzar a leerla toditita.

¿Qué les parece? Espero sus comentarios.

Su amigo Jorge Armando






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